El uso del perfume es algo muy personal. Los perfumes, desde su
creación, se conciben para ser usados por un sexo determinado, aunque ha
quedado demostrado que son las mujeres las que más se aventuran a utilizar un
perfume con esencias bases pensadas para el hombre y no al revés.
Cuando un perfume es creado, se destina comercialmente a un determinado
tipo de mujer o de hombre. Existen personas que siguen esas normas de
marketing, se dejan llevar por ellas identificadas con el modelo que la agencia
publicitaria ha dejado caer. Pero lo normal, y lo afortunado, es que el olfato
decida que fragancia es la que más se ajusta a la personalidad de uno mismo.
Sea como sea, los estudios realizados indican que las personas que se
perfuman tienen un mejor concepto de sí mismas que las que no lo hacen.
Asimismo, estos mismos estudios revelan que las personas que pretenden destacar
socialmente consumen varios perfumes diferentes, y, en cambio, las personas que
quieren pasar desapercibidas, utilizan siempre el mismo.
Pero usar siempre el mismo perfume puede resultar muy aburrido, sobre
todo teniendo en cuenta que al cabo de pocos meses el aroma pasa desapercibido
totalmente tanto para el que lo utiliza como para las personas que le rodean.
También aburrido resulta utilizar un perfume que compran miles de personas. El
perfume debería ser algo único, y quizás lo es más gracias a que éste, probado
en diferentes pieles, cambia radicalmente. Un perfume que en una persona
desaparece a los cinco minutos, en otra puede durar un día entero, dependiendo
de la acidez de la piel de cada uno.
No es obligatorio perfumarse, pero no cabe duda de que el perfume refuerce
la personalidad del individuo, como un complemento invisible que afecta a los
sentidos y a las emociones, naturalmente, siempre que el que lo lleve se sienta
a gusto e identificado con él.
En resumen, se podría decir que el uso de perfumes aumenta la autoestima
y mejora las relaciones sociales ya que los perfumes son un elemento muy
relevante de la personalidad de cada uno (de ahí que tengamos una variedad tan
grande de fragancias para elegir).
LA RELIGIÓN Y EL PERFUME
La relación primera entre el perfume y el ser humano era la de ser un vínculo con la divinidad. Mucho antes de pensar en el empleo del perfume como en un ítem de consumo personal, para embellecerse y presentarse los demás, se consideraba a las fragancias olfativas como parte de un ritual que acercaba al hombre con su Dios. De esta manera, las menciones a los perfumes son frecuentes en distintos textos religiosos, como el Corán o la Biblia.
Una de las primeras menciones que se hace en este último libro sagrado acerca de los perfumes es el relato de la escena en que José, el hijo de Jacob, fue vendido por sus hermanos a unos comerciantes de esencias para la fabricación de perfumes en Palestina, los cuales viajaban hacia Egipto para concretar la venta de sus productos. También Moisés da cuenta del empleo de los perfumes para la realización de la liturgia, al ordenar al gran sacerdote Aarón que cada mañana y cada atardecer proceda a la quema de incienso, que junto con otras sustancias conformaba un perfume, el cual quedaba totalmente prohibido para otros empleos que no fueran el religioso, ya que su uso era considerado sacrílego.
La Biblia cita abundantemente el empleo de perfumes en distintas circunstancias. Sin ir más lejos, Jesús recibe un la bajé de pies con un caro perfume por parte de Magdalena en ocasión de su preparación para la crucifixión. También los sumerios hicieron historia en el empleo de los perfumes, siendo ésta la civilización que le dio origen a su fabricación, y no solo los egipcios como muchos creen. En los textos de la mitología su media hay una gran cantidad de menciones al tema de la perfumería. Luego egipcios, griegos y romanos se hicieron del arte de la perfumería para fines religiosos. Ahora sabemos por qué los perfumes nos hacen sentir más cerca del cielo.
La Biblia cita abundantemente el empleo de perfumes en distintas circunstancias. Sin ir más lejos, Jesús recibe un la bajé de pies con un caro perfume por parte de Magdalena en ocasión de su preparación para la crucifixión. También los sumerios hicieron historia en el empleo de los perfumes, siendo ésta la civilización que le dio origen a su fabricación, y no solo los egipcios como muchos creen. En los textos de la mitología su media hay una gran cantidad de menciones al tema de la perfumería. Luego egipcios, griegos y romanos se hicieron del arte de la perfumería para fines religiosos. Ahora sabemos por qué los perfumes nos hacen sentir más cerca del cielo.
EL PERFUME DESPIERTA SENSACIONES. ¿POR QUÉ?
Venimos al mundo con una pituitaria virgen pero muy activa. Un
tres por ciento de los genes humanos trabajan a las órdenes del sentido del
olfato, y la memoria olfativa registra más de 10,000 notas aromáticas
diferentes que quedan archivadas automáticamente en el celebro, asociadas a una
experiencia, buena o mala. Por ejemplo, siempre que percibo el olor de
libros nuevos pienso en el primer día de clases cuando estaba en primaria.
Este olor que percibe mi nariz es capaz de asociar un recuerdo bueno de
mi infancia. Pero también pueden ser repelentes invisibles. Una vez mi
amiga Laura me confesó, que durante sus embarazos evitaba visitar la
casa de su suegra porque odiaba su perfume, Opium de YSL. Dice que le era
fuerte y chillón, y no podía evitar las arcadas que le producía. Todavía mi
amiga recuerda y asocia este perfume con los momentos malos que
le hizo pasar. Entonces, debe ser por eso que elegimos los perfumes por
instinto.
¿IMPULSOS INCONTROLADOS?
El poder del olfato sobre las emociones es enorme, pero no ilimitado. Y
quizás en el campo que más controversia existe es en de las fragancias y sus
“supuestos poderes”. Un buen perfume nos viste con sus notas, nos diferencia de
los demás y nos significa. Es como llevar un sastre de algún diseñador
reconocido, nos distingue, pero no cambia nuestro físico. Si se pudieran
envasar las feromonas, esas hormonas que nos impulsan el deseo sexual, sería
como tener en la mano un hechizo de amor, un bebedizo capaz de enamorar a quién
quisiéramos aún en contra se su voluntad, de hacernos irresistible. Al fin y al
cabo, el amor es pura bioquímica, íntima y personal, y los aromas que
destilamos forman parte de ella, pero una misma fragancia huele de tantas
maneras como personas la usen. Cada piel es un mundo aromático.
ANATOMÍA DEL PERFUME
Entender las notas de un perfume. Un perfume posee una estructura concebida
en forma de pirámide olfativa dividida en tres partes: las notas altas (las que
se perciben desde la vaporización, frescas y volátiles), las notas medias o
corazón del perfume (más voluptuosas, aparecen al cabo de 10 min) y las notas
bajas (pesadas y tenaces, son las que fijan el perfume). Uno conoce el
verdadero olor de un perfume una hora después de aplicarlo, cuando todas las
notas salen a la luz.
Todas las grandes creaciones olfativas tienen
un backstage personal, una historia que las inspira y guía hasta que
ven la luz. Muchas se repiten
en el común de las fragancias, pero otras, marcadas por la anécdota o el
fortuito, sellan una biografía que termina por transcender mucho más allá del
éxito de la propia composición.
En un mercado en el que la categoría de clásico se alcanza a los siete
años de permanencia, entre los 25 más vendidos en Europa y Estados Unidos, sólo
hay tres que tienen más de 25 años; otros 12 oscilan entre los 10 y los 20 y
otros tres se sitúan entre los 5 y 10 años. Sin duda llegar a viejo es un
alarde que no se explica por las grandes inversiones ni operaciones de marketing- el
secreto- como la música, todo depende del intérprete, es la base creativa del
triunfo o fracaso de una melodía olfativa. De ahí que haya esencias
míticas, composiciones olfativas que han marcado los compases de muchas otras.
El compositor de fragancias, El Nariz, es el autor de obras olfativas
que intenta concretar una idea, expresar un estado de ánimo, transmitir una
emoción a quien la huele. Ardua tarea que requiere técnica, imaginación y
sabiduría para encontrar la miscelánea perfecta de acordes capaces de
formar un todo único, original, una esencia de esencias capaz de dar la
nota.
PITUITARIAS FAMOSAS
¿A quién debemos las fragancias de nuestras vidas? A narices como Edmund Roudnitska,
creador de Madame Rochas o Eau de Sauvage; Annette Louit, con
esencias como Anais Anais y LouLou; Jaques Polge, en exclusiva
para Chanel; Jean Clude Ellena, ahora nariz de Hermés; Alberto Morillas detrás
de CK One, a Francis Kurkdjian le debemos Le Male y
Fragile de Jean Paul Gautier; Pierre Bourdon, destaca
por Dolce Vita de Dior y Cool Water de Davidoff; Sylvaine Delacourte, es
especialista de perfumes a medida y creó L’Instant de Guerlain, a Rosendo Mateu le
debemos Paco de Paco Rabanne y Serge Lutens, elabora
esencias muy exclusivas.
Cítricos, lavandas, aldehídos, ciprés, orientales, cueros, florales…..
por unanimidad todos losexpertos destacan que los perfumes más originales
por componentes son: Colonia 4711 por ser la primera agua de
colonia, 1792 es cuando se empezó a comercializar, Shalimar de
Guerlain por su fondo oriental, Chypre de Coty por el acorde de
ciprés, Poison de Dior por su intensidad de oriental que no deja a
nadie indiferente, Opium de YSL por el acorde especiado,
los aldehídos del No 5 de Chanel, el jazmín de Diorella de
Dior, la madera de Féminité de Bois de Serge Lutens, el íris del No
19 de Chanel, el musk de Jovan Musk, el té de Green Tea de
Bvlgari, por sus notas de bergamota el Boucheron, entre los más
destacados.
AROMAS DEL FUTURO
Entre la tradición y la vanguardia, la ciencia de la perfumería moderna
destila sus notas del futuro regresando, incluso, al pasado. Cuando se le
preguntó sobre el futuro del perfume a Francis Kurkdjian, se mostró así de
categórico-”de una cosa estoy seguro, seguiremos con la necesidad de crear
productos de belleza mientras nadie descubra el secreto para una vida
eterna”- Quizás por eso el universo de las fragancias ha evolucionado al
mismo ritmo que el hombre. Los avances tecnológicos en la extracción de esencias
y la obtención de moléculas olfativas sintéticas o naturales han revolucionado
una industria que hasta principios del siglo XX sólo contaba con medios
artesanales para perfumar al mundo.
La exclusividad se ha perdido a favor de la venta masiva, apoyada
también por el hecho del abaratamiento de las fragancias gracias a la aparición
de moléculas de síntesis mucho más rentables y sencillas de obtener que los
absolutos o bases puras que marcaban antes la calidad de un perfume. Hoy los
laboratorios son capaces de enfrascar los acordes aromáticos que desprende una
flor exótica en su momento de mayor esplendor sin necesidad de dañarlas, de
reproducir aromas tan extravagantes como las que desprende un almacén de
lingotes de oro o de poner de manifiesto notas inéditas escondidas en el
corazón de materias primas hasta ahora inalcanzables por los métodos
tradicionales.
Al igual que ocurre con los vinos, las añadas olfativas se han
convertido también en un leit motiv para firmas tan prestigiosas
como la célebre Givenchy, cuyas cosechas de Amarige, Very
Irrésistible u Organza son una recreación de la original que
magnifica una de las flores que contiene en función de la calidad que su
aroma haya conseguido en la temporada de cultivo. Una tendencia que persigue la
exclusividad, la calidad y la recreación aromática año tras año, como lo hacen
las mejores bodegas del mundo.
Aunque la igualdad olfativa iniciada al comienzo de los 90, sigue triunfando,
no será una característica única en las esencias de los próximos años, con
suerte vamos a un mundo donde habrá más conciencia del bienestar y los
efectos psicológicos positivos que puede traer una fragancia serán más
valorados. La perfumería de las
emociones y casi inteligente, estará en escena con un papel protagonista. Si
ahora nos perfumamos según las necesidades de nuestra vida, comenzaremos a
acariciar nuestra piel según nuestro estado de ánimo, bajo el criterio de las
emociones.
En conclusión, artesanía y vanguardia se unen para conseguir
fragancias cada vez más brillantes y mejor construidas. Este hecho es el motor
de una nueva forma de afrontar la elaboración de un perfume, que retoma la
alquimia clásica pero multiplica por mil sus posibilidades. Como humilde
aportación, creo que lo clásico nunca muere y que hay fragancias eternas, cuya
clave de supervivencia está en la estrategia de hacerlas rejuvenecer puliendo
sus notas con nuevas tecnologías. Un ejemplo, el Chanel No 5.
TU FRAGANCIA
HABLA DE TI EN UNA ENTREVISTA LABORAL
Puede parecer uno de los aspectos menos importantes de una entrevista de
trabajo, pero el olor también
importa. Tras casi cuatro años de experiencia profesional en una
cadena de perfumerías, te puedo asegurar que la preferencia por un aroma está
íntimamente relacionada con la personalidad del candidato.
Quizás pensarás que el contenido de este post
es “rizar demasiado el rizo”, pero ¿por qué no conocer lo que
transmites al entrevistador a través de tu perfume?. Ten en cuenta que la
percepción olfativa va ligada a la zona del cerebro en que la actividad
subconsciente tiene un nivel de profundización emocional que el visual y el
auditivo no pueden alcanzar, ya que induce a reacciones afectivas de carácter
primitivo.
Fragancias frescas
Reflejan a una persona práctica,
con buen humor, espíritu enérgico, que transmite naturalidad y juventud.
Personas deportistas que priorizan la salud por encima de lo demás.
Fragancias cítricas
Son fragancias refrescantes y dulces, con
aromas dominadas por notas cítricas típicamente mediterráneas como la
bergamota, mandarina, lima, limón, naranja, melón o sandias.
Fragancias Femeninas: Tous Touch, Be
Delicious de Donna Karan, Boss Orange de Hugo Boss.
Fragancias Masculinas: CK One de Calvin Klein,
Allure de Chanel, Clinique Happy, Tous Man Sport o 212
On Ice de Carolina Herrera.
Fragancias acuáticas
Evocan olores marinos, oceánicos con un aroma
característico de aire puro y frescor vivaz.
Fragancias Femeninas: Cool water de Davidoff, Acqua Di
Gio de Giorgio Armani.
Fragancias Masculinas: Acqua Di Gio de
Giorgio Armani, Light Blue de D&G, Polo Blue de
Ralph Lauren, Eternity Aqua de Calvin Klein
Fragancias verdes
Tiene aromas a hojas, tallos, árboles o a ese
especial olor de los bosques. Son fragancias ligeras y limpias.
Fragancias Femeninas: Omnia crystalline de Bvlgari.
Fragancias Masculinas: Paco Rabanne
o Euphoria de Calvin Klein.
Fragancias florales
Ofrece aromas frescos a flores, como el jazmin,
rosas o azahar… Aquí encontramos a las personas reflexivas,
más tímidas, introvertidas y sensibles.
Fragancias Femeninas: Custo Barcelona, Very
Irresistible de Givenchy, Ricci Ricci de Nina Ricci, Moschino, Chloé,
Chanel nº5, Miss Dior, J’adore de Dior, Rose
The One de D&G, Amor Amor de Cacharel, Amor
Amor Cacharel, Madame de Jean Paul Gaultier, CH
de Carolina Herrera, Miracle de Lancôme.
Fragancias orientales
Están hechas a base de flores exóticas y
especias, como vainilla y canela. Se relaciona con personas que quieren
transmitir seguridad, que les preocupa el equilibrio emocional y el
reconocimiento social, con una marcada personalidad.
Fragancias Femeninas: Coco Chanel, Poison de Dior, Fantasy de
Britney Spears, Euphoria de Calvin Klein, Black XS
de Paco Rabanne, Ángel de Thierry Mugler, Halloween
de Jesús del Pozo, 212 Sexy de Carolina Herrera, Ultaviolet de de Paco Rabanne, The
One de D&G, Diamonds de Emporio Armani, Lola de
Marc Jacobs o Aura de Swarovski.
Fragancias Masculinas: Diesel Fuel For Life, Le
Male de Jean Paul Gaultier, Boss Bottled Night de
Hugo Boss, Black XS de Paco Rabanne, Dolce & Gabbana, Gucci Guilty,
212 Sexy Men de Carolina Herrera, The One de D&G, Herrera de
Carolina Herrera o el perfume One Million de
Paco Rabanne.
Fragancias
amaderadas
Presenta aromas cálidos y profundos, con notas
de madera, musgo, incienso, ámbar o resinas. Suelen ser usada por personas que son amantes de la
naturaleza, originales y algo bohemias.
Fragancias Femeninas: Omnia de Bvlgari.
Fragancias Masculinas: Emporio Armani, 212 de
Carolina Herrera, Fahrenheit de Dior, Lacoste Challenge, Calvin Klein
Man, CH Men o Only the Brave de
Diesel.
Y no
olvides que en una entrevista “Ya no
se trata sólo de oler bien, sino de no oler demasiado bien”.
EL PERFUME COMO ELEMENTO DE ATRACCIÓN SEXUAL
Este año se cumplen 150 años de la publicación de la obra maestra de Darwin –“Sobre el origen de las especies”- en la cual el
autor avanzó sobre terreno inexplorado postulando ideas revolucionarias de la
biología evolucionista.
Entre otras teorías, Darwin postuló que los animales buscan básicamente
2 cosas: sobrevivir y reproducirse. A través de variaciones aleatorias
resultantes de la reproducción algunos sujetos están mejor preparados para
sobrevivir en su entorno, y por ende tienen mayor probabilidad de reproducirse.
Un Darwinista explicaría que de los dos instintos básicos –sobrevivir y reproducirse- el segundo
es el más importante. Como consecuencia, la
mayoría de las acciones en la vida están relacionadas con llamar
la atención del sexo opuesto, construyendo
estatus y subiendo en la jerarquía de la sociedad, con el objetivo de
incrementar la probabilidad de encontrar una pareja dispuesta a reproducirse.
En los animales, el nivel de atractivo de un sujeto está dado
principalmente por elementos físicos u
ornamentos externos tales como el
colorido plumaje del pavo real.
En los humanos, a diferencia de los animales, el estatus se relaciona en
gran medida con elementos
abstractos, tales como el dinero o
el poder. Sin embargo, a pesar de millones de años de evolución, aún gran parte
de la atracción del sexo opuesto también se basa en elementos básicos, tales
como el atractivo físico.
Algunos especialistas explican que los atributos externos que definen la
belleza están correlacionados con la salud y la fertilidad, con lo cual la evolución ha llevado a los seres
humanos a considerar atractivos aquellos rasgos que garantizan la supervivencia
de la especie.
Varios estudios (1), tanto a nivel
teórico (2) como a nivel
experimental (3) han encontrado una diferencia entre ambos sexos: al
evaluar una potencial pareja las mujeres tienden a privilegiar el alto
estatus y la disponibilidad de recursos,
mientras que los hombres privilegian la apariencia física.
Otros estudios (4) han encontrado que las mujeres también pueden tener en
cuenta la apariencia física para juzgar el estatus socio-económico de una
potencial pareja.
Otra diferencia (5) muy interesante entre
hombres y mujeres es qué sentidos utilizan para analizar el atractivo físico de
la potencial pareja: las mujeres tienden a privilegiar el olfato
mientras que los hombres tienden a
privilegiar la vista.
Esta diferencia es sugestiva, ya que si bien ambos sexos usan todos los
sentidos, las mujeres tienden a priorizar el olfato y por ende, ese sentido
puede ser excitado para incrementar el
nivel de atractivo de un hombre.
Una innumerable cantidad de productos y servicios tratan de explotar esa
realidad pero pocos han sido tan exitosos como el desodorante ‘Axe’, de la multinacional Unilever. La clave de su éxito
ha sido una segmentación específica y explícita -hombres de 18 a 24 años- acompañada por un claro posicionamiento -“con Axe en tu cuerpo te volverás irresistible para
las mujeres hermosas”-. Tal como lo explica Néstor Ferreyro, Director de
Vega Olmos Ponce –la agencia de publicidad argentina que produce varios de los
anuncios de Axe- “Nuestra misión es mejorar la performance de los chicos en el
juego de la seducción (…) el efecto Axe es el arma secreta de los hombres a la
hora de la conquista”.
Parece un posicionamiento obvio para ese segmento, ya que probablemente
no haya otra necesidad más intensa entre los hombres de 18 a 24 años que
conocer mujeres, pero antes nadie se había atrevido a hacerlo en forma tan
explícita. Si a la segmentación y el posicionamiento le sumamos una comunicación clara
y consistente durante décadas
tenemos un claro ganador.
¿Pero existe alguna certeza sobre la promesa de Axe? Es decir,
¿existe alguna prueba científica que
demuestre que Axe realmente
hace que las mujeres se sientan atraídas por quien lo lleva puesto?
Según varios
expertos (6), tanto los animales como las personas usan el olor corporal
para determinar el atractivo sexual de una potencial pareja y como vimos
anteriormente, las mujeres priorizan el olfato sobre otros sentidos para
estimar el nivel de atractivo de un hombre, con lo cual podríamos asumir que un
perfume ayuda en ese proceso.
Pero no es solo el perfume el que ocasiona tal
efecto. Un estudio reciente realizado por
el Doctor Craig Roberts de la Universidad de Liverpool, trabajando en conjunto
con el laboratorio de investigación de Unilever en Port Sunlight, llegó a
algunas conclusiones interesantes. Para realizar el experimento, la
mitad de los voluntarios recibieron un aerosol en spray con fragancia y agentes
antimicrobiales, mientras que la otra mitad de voluntarios recibieron un spray
idéntico pero que no tenía ningún componente activo. Los participantes
no sabían que estaban siendo comparados con otro grupo. Tras unos días, los
investigadores llevaron a cabo una batería de test psicológicos con ambos
grupos de voluntarios. Aquellos que habían recibido el aerosol con
fragancia mostraron un
incremento en su auto-confianza, un hecho
esperado por los investigadores. Pero lo llamativo fue que cuando se les mostró a un grupo de mujeres clips cortos y sin sonido de los voluntarios, éstas
evaluaron a los voluntarios con
perfume como más atractivos. Sin embargo,
cuando les mostraron fotos de ambos grupos, las mujeres no se inclinaron por ninguno de los dos. Estos
resultados mostraron que el mayor atractivo de los hombres que habían usado el
spray con perfume era el resultado de sus movimientos y actitud, más que de su
apariencia física.
Es decir, el mayor atractivo percibido por las mujeres no se debía al
perfume (obviamente no podían olerlo en
los vídeos) ni tampoco a la
belleza intrínseca de los hombres (en
las fotos les daba igual), sino
al alto nivel de auto-confianza manifestado en sus movimientos; y como esa auto-confianza había sido causada por el
desodorante perfumado, podemos concluir que el desodorante incrementó en forma indirecta el nivel de atractivo de los
hombres.
Estos resultados son buenas noticias para los fabricantes de Axe y otros
productos similares, ya que su slogan “el efecto Axe” y la promesa de convertir
a cualquier hombre en irresistible probablemente sea exagerada, pero no del todo
incorrecta. Incluso si
descartáramos el efecto del perfume en la evaluación olfativa de una mujer,
sería suficiente con el efecto
psicológico que causa el perfume en
el hombre que lo lleva puesto para que su atractivo se vea incrementado.
(1) D.M., Buss, Evolutionary psychology – The new science of the mind. Boston: Allyn and Bacon, (1998)
(2) R. Trivers, Parental investment and sexual selection. In B. Campbell (Ed.), (1971)
Sexual selection and the descent of man (pp. 136–179). London: Heinenmann.
(3) D. Waynforth & R.I.M. Dunbar, Conditional mate choice strategies in humans – Evidence from lonely hearts advertisements. Behaviour, 132, 755–779, (1995)
M.B. Mulder, Are men and women really so different? Trends in Ecology and Evolution, 19, 3–6, (2004)
(4) D.T. Kenrick et al, Integrating evolutionary and social-exchange perspectives on relationships – Effects of gender, self-appraisal, and involvement level on mate selection criteria. Journal of Personality and Social Psychology, 64, 951–969, (1993)
(5) R.S. Herz & E.D. Cahill, Differential use of sensory information in sexual behavior as a function of gender. Human Nature – An Interdisciplinary Biosocial Perspective, 8, 275 286, (1997)
R.S. Herz & M. Inzlicht, Sex differences in response to physical and social factors involved in human mate selection – The importance of smell for women. Evolution and Human Behavior, 23, 359–364, (2002)
(6) L.M. Gosling & S.C. Roberts, Scent-marking by male mammals: cheat-proof signals to competitors and mates. Adv. Stud. Behav. 30, 169–217, (2001)
J. Havlicek, et al, In press. He sees, she smells? Male and female reports of sensory reliance in mate choice and non-mate choice contexts. Pers. Indiv. Diff.
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